18 ene 2010

¿Por qué el 11 de septiembre fue el evento más importante de la década?

Hace unos días recibí en mi último post un comentario diciendo que le doy demasiado peso a lo que pasó el 11 de septiembre del 2001 al considerarlo el evento más importante de la década que hace poco concluyó; he aquí un recuento de sus implicaciónes y en si un intento por explicar por qué estoy convencido que en efecto fue el momento más importante (por cierto no soy el único que lo piensa, les recomiendo esta nota).

Primero debo mencionar que este día no sólo fue un símbolo, fue un punto de inflexión. El 9 de noviembre se considera una de las fechas más importantes del S. XX, pero  lo más importante de la caída del muro de Berlín fue el símbolo del fin del bloque comunista y de la división del mundo en dos, ni los ladrillos ni  la unificación de Alemania fueron lo más importante. En cambio el 11 de septiembre fue imprevisto, fue símbolo del odio que se había gestado en varios países árabes, pero lo más importante fue lo que provocó por si mismo, el 9/11 fue el hecho que destrozó el sentimiento de confianza que tenía Estados Unidos en su superioridad militar, económica e incluso muchas veces ideológica.

Los efectos del atentado en el World Trade Center son de muy diversas índoles, he aquí los más relevantes en el contexto de relaciones internacionales. Quizá lo más importante es que este evento dio paso a dos guerras que no concluyen aún, una en Afganistán y otra en Irak, ambas han provocado la muerte de miles de soldados de decenas de países y ni hablar del deterioro que han provocado sobre la capacidad productiva y la "vida institucional" (si existía tal cosa) en estos países.

De forma directa se puede ligar lo que pasó en Nueva York en el 2001 con cambios de gobierno en al menos 5 países, me refiero a su papel en la reelección de Bush en el 2004 (de acuerdo a Gallup, la popularidad del exmandatario estadounidense dio un salto de casi 40 puntos para llegar a 90% de aprobación el 21 de septiembre del 2001), a la salida de Tony Blair, al cambio radical que motivó en España (tras una secuela en Atocha) y por supuesto los dramáticos cambios en Irak y Afganistán. Si alguien cree que un evento que provocó (casi por sí sólo) que Bush se mantuviera en el poder de nuestro país vecino no fue clave para todo lo que la década nos dejó, no se ha dado cuenta de lo que ese individuo hizo y deshizo.

Todo el mundo occidental ha reaccionado en contra del movimiento terrorista Islámico, aumentando más la brecha cultural a través de críticas agresivas (unas caricaturas danesas y un discurso del papa son buenos ejemplos) que refuerzan el odio de los extremistas musulmanes.

El efecto económico es aún inconmensurable, la idea que metió en los encargados de la economía estadounidense de que la desaceleración del 2001 era a causa del atentado y no estaba provocada por las mismas bases de su economía, permitió que la Reserva Federal continuara financiando el crecimiento de su economía con bajísimas tasas de interés que, en su momento, provocarían lo que ahora se conoce como la burbuja hipotecaria y con ello la más grande crisis mundial en décadas.

El efecto del 11 de septiembre en los mercados fue devastador, virtualmente todos los índices del mundo cayeron, de hecho el Dow Jones hizo récord de porcentaje de caída en un día; en sólo una semana las acciones en los Estados Unidos perdieron $1.4 billones de dólares (el equivalente al 60% del PIB mexicano actual), además de las pérdidas multimillonarias en Nueva York en bienes raíces, recaudación de impuestos y fondos para la recuperación, además de la enorme cantidad de negocios que se mantuvieron cerrados por días (Fernández, 2001). Ya no hablar del daño directo sobre las aerolíneas mundiales y el turismo.

Ciertamente la pérdida de vidas no es comparable con lo que el Tsunami de la misma década o el reciente terremoto en Haití dejaron, pero la muerte de casi 3,000 personas no es cosa menor, además de los miles que aún hoy pagan los efectos de haber estado cerca con enfermedades de distintos tipos.

 El efecto sobre la opinión pública y la cultura no deben ser minimizados, no se trata de lo que retrata l"a ley y el orden", me refiero a crímenes de odio y a la consolidación de uno de los estereotipos más negativos del mundo moderno. Películas, canciones y todo tipo de expresiones artísticas dan la vuelta al mundo renegando  sobre o apoyando las políticas norteamericanas creando mayores diferencias interculturales.

Finalmente no debe olvidarse el efecto sobre el medio ambiente, toneladas de polvo a la atmósfera ese día y miles de misiles lanzados a causa de los atentados ponen su granito de arena por acercarnos más al límite del planeta.

No hay duda, el evento más importante de la década que  comenzó en el 2000 sucedió el 11 de septiembre del 2001; afectó a prácticamente todos los ordenes de la vida mundial: guerras, gobiernos, crisis económicas, daño al medio ambiente, muertes; todas provocadas por los eventos de un día.

Osama Bin Laden se ganó un lugar en los libros de historia de todo el mundo.

Fuentes: Report from Congress, September 11, 2001.

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