De vez en siempre la guerra que el ejecutivo lleva contra el narco surge en pláticas de café, y con los amigos tan distintos que tengo siempre hay ingredientes y reacciones diversas. Está el pesimista que dice que es una guerra perdida y que ya nos llevó el tren a todos, el optimista que está convencido de muy pronto será anunciado que ganamos y todas las casas y calles serán pintadas de rosa pastel, tampoco falta el revolucionario que dice que el ejército está quebrantando los derechos y las garantías de nuestros “camaradas”, y algunos más que no vale la pena mencionar.
La posición que siempre he defendido, oscila entre lo conservador y lo realista (según yo), por una parte estoy completamente de acuerdo en que ningún jefe de estado que se respete puede darse el lujo de ignorar un problema que cobra tantas vidas, se mofa de la autoridad y en el camino vulnera la tranquilidad de las familias. También estoy convencido de que la fuerza no es la respuesta por si sola.
Cuando un negocio es tan lucrativo como el del narcotráfico, es de esperarse que los “corporativos” que lo controlan cuenten con toda una serie de logística para su operación, aún mas si tomamos en cuenta el alto riesgo que representa operar este tipo de empresa, por lo cual considero que atacar exclusivamente a los capos de la mafia no resuelve nada, jefes irán y jefes vendrán, el riesgo es que el jefe nuevo sea mas poderoso, peligroso y preparado que el anterior.
Está la opción de la legalización, que para ser claro: No me agrada ni tantito. Cuando pienso en E.U.A. donde es legal poseer, portar y transportar armas, de inmediato vienen a mi mente balaceras en escuelas, asesinos en serie, y mil cosas mas muy particulares de ese país, por lo que me aterra lo que pasaría en México si legalizamos las drogas. Además para esos tercos que siguen defendiendo el asunto déjenme recordarles que el negocio para el narcotráfico es la venta en E.U.A. y no en México, así que aunque legalicen el consumo en México presiento que transportarla a nuestro vecino del norte va a seguir siendo ilegal ¿Qué se resolvió?
Así que me quedo y los dejo con la misma pregunta que muy probablemente se hace nuestro presidente y su gabinete de seguridad ¿Qué chingaos hacemos?