¿Hacia dónde transita nuestra democracia?, ¿A dónde se mueve México?, y sobretodo ¿Qué es lo que pasa en el modelo donde una muy buena parte de los votantes están dispuestos a aceptar públicamente que esperan la mejor oferta para otorgar su voto a algún partido o candidato en particular?
Es aquí donde pregunto ¿Cómo vamos a salir adelante como país, si los electores somos parte de un modelo donde predominan la incertidumbre, y la indeferencia hacia la política?
¿El poder para qué?
Es probablemente una de las preguntas a las que todo político ha sido sometido, lo cierto es que desde mi punto de vista sólo existen dos repuestas francas a esta interrogante, la primera, es claro, el poder para servirse de el; y no debe de sorprendernos, pues habitamos un México donde lo mas común es escuchar como consejo, y como forma de vida respetable que, el que no tranza no avanza, o incluso frases como a mi no me den, pónganme donde hay, tristemente es fácil entender como se vuelve una práctica coloquial que alguien defienda a uno de nuestros honorables representantes diciendo algo como “Pues si robó, pero también trabajó”. Vaya que ironía que debamos premiar la no total carencia de trabajo y resultados de nuestros políticos, ¡Es su trabajo!, para eso se les paga, y ahora resulta que debemos felicitarlos por hacer aunque sea una parte de sus funciones y claro otorgarle una medalla por no haberse llevado todo el dinero que tuvo enfrente.
Con tristeza escuchamos frases como en arca abierta, el justo peca y, ¿Cómo no dar por cierta una frase como esta? Alguno de ustedes razonablemente cree posible que un Wallmart o tienda departamental similar pueda funcionar sin empleados? Digamos un nuevo concepto en el que el cliente entra, toma lo que necesita y mas tarde deja el dinero correspondiente a sus compras en una gran alcancía que permanezca sin vigilancia a la salida del establecimiento. No omito hacer hincapié en lo ridículo que sería una propuesta como está, y dicho sea de paso, sería algo igualmente irracional e infuncional en cualquier país de primer mundo, de esos a lo que aspiramos a parecernos mientras despreciamos la corrupción de la que desgraciadamente todos formamos parte.
No hay que olvidar que mencioné dos respuestas y vamos solo en la primera, por lo cual la alternativa a la interrogante de la que partimos es el poder para servir con el, y ¿No suena hasta romántico? Pues eso es lo que tenemos que recuperar, los valores y los ideales que se necesitan para sacar un cargo público adelante.
Claro que esto es mucho pedir, por lo necesitamos regresar a la primera opción, que es el modelo en el que nos encontramos actualmente, y ver como se puede dar solución a algunos problemas. En lo que se refiere a que en arca abierta el justo peca, podemos hacer algo al respecto, esto es, ¡No hay que dejar el arca abierta! Por favor, es ridículo, la propuesta publica que quiero plantear aquí es que se ideen mecanismos de verdadero control que sirvan para que los funcionarios no puedan tener siquiera la tentación de caer en corrupción o en situaciones relacionadas, pero ¿Cómo lo vamos a lograr? ¿Quién va a cuidar a los que cuidan a los primeros?, lo cierto es que de lo único que podemos tener certeza es que cuando sea virtualmente imposible incurrir en actos de corrupción y dejar de ver la manera de obtener dinero fácil, probable y lógicamente la gente, y por esto me refiero a nuestros prominentes y rimbombantes políticos, tendrían que ponerse a trabajar verdaderamente para lograr sus tal anhelados recursos económicos, es aquí en donde entrarían a tomar las riendas del país personas comprometidas, que de verdad tengan toda la intención y el compromiso de actuar valientemente en el desempeño de sus funciones, que realmente puedan hacer de la parte de México que les toque un lugar mejor.
Otro gran freno del país desde este punto de vista es la irresponsabilidad con la que se maneja la democracia, no cabe duda que es cierto: cada quien tiene el gobierno que se merece, y como muestra una sola delegación del Distrito Federal, ¡Ojo! no hablamos de cualquier delegación, sino de una que de ser municipio sería el mas grande de Latinoamérica, para los que se estén haciendo los extrañados hablo por supuesto de Iztapalapa, hábitat natural de “Juanito”, la cara pública tras la cual se esconden gran cantidad de intereses, personajes de la vida nacional, grandes empresas económicas, medios de comunicación, institutos políticos, etc. Representa una, no tan rara, especie que se caracteriza por ser de gran utilidad a oportunistas, que claro, escudados en la democracia, la injusticia social, y el compromiso que tienen para con los demás, que con la finalidad de lograr lo que quieren, como lo quieren y enviar el “mensaje” de aquí mando yo, están dispuestos a hacerlo sin importar las consecuencias y a costa de lo que sea, pasando por supuesto por el trámite de nuestro voto, que ya es lo de menos ¿No?, y así nos gobiernan.
Por cierto que este solo fue un ejemplo, mismo que utilizo exclusivamente con la confianza de que todos han oído hablar de el, una manera más de que México brille a nivel internacional, pero desgraciada y tristemente estos ejemplos están en todos los estados, cargos, partidos y colores, en menor o mayor escala, es la manera en la que se ejerce el poder .
La única solución real para esto es una ciudadanía que se comprometa, que acepte su parte de responsabilidad y que actúe en consecuencia, sin la participación de la ciudadanía no podemos contrarrestar el poder que actualmente nos gobierna, finalmente y como decía al inicio, ¿quién puede culparlos por buscar beneficios para sus intereses?, necesitamos ponernos a trabajar y cada quien ocuparse de lo que es responsable, ¡Ah! porque por supuesto está la otra versión, que llama a la movilización y a la constante crítica, señoras y señores, criticar es tan pero tan sencillo que inclusive (piense en la persona menos brillante que conozca) lo puede hacer, fácil y sin ningún problema.
Es necesario que como mexicanos salgamos del letargo y de la comodidad que supuestamente nos ofrece que alguien mas solucione las cosas, eso es finalmente lo que nos frena, no son los políticos corruptos, que dígase de una vez están ahí por nuestro voto, o peor aún por nuestro abstencionismo, que podría por sí solo llevar al poder a cualquiera en prácticamente todas las elecciones.
La propuesta pública es encontrar a los culpables de los problemas del país en el espejo, y hacer algo al respecto, eso incluye una mayor participación de los ciudadanos en la política, es la única manera en la que podremos desplazar a los que sólo buscan el poder para servirse de él.